jueves, 12 de julio de 2007

Ermua 2007

Es curioso, o al menos así nos lo parece a nosotros, que desde que los asesinos de ETA han declarado la ruptura del alto el fuego permanente, el Gobierno de España de D. José Luís Rodriguez, se han detenido a 15 asesinos de ETA. Desde aquí nuestra más sincera y agradecida felicitación al trabajo callado de la Guardia Civil, a la Policía Nacional y al resto de la fuerzas de seguridad del Estado.

Recordamos que la fecha de la ruptura del alto el fuego permanente fue las 0 horas del día 6 de junio. Han pasado exactamente 36 días, por tanto cada 2,40 días se ha detenido a 1 etarra. Volvemos a confiar en el gobierno, ya que en el estamento de la Guardia Civil y en la Policía Nacional siempre lo hemos hecho.

La cuestión que nos viene a la cabeza es muy clara, si durante los tres años y cuatro meses (1.215 días) D. José Luís Rodríguez, en lugar de estar jugando a ser el mejor candidato a Nobel de la Paz, hubiese estado combatiendo a los asesinos de ETA hubiera podido detener a 506, lo cual hubiese supuesto la derrota de ETA y su entorno de terroristas.

Por lo tanto es lógico que a unos cuantos nos vengan a la boca preguntas como ¿porqué ha elegido el camino de su paz y no el otro?, ¿qué beneficios hemos obtenido al seguir esa política y no la de la derrota?, ¿ha querido jugar a ser el salvador de la Patria dando a final de la legislatura estos golpes mediáticos espectaculares?, ¿sigue negociando con ETA mientras recolecta a algunos de sus miembros?, ¿ha pactado con ETA estas detenciones?, si es así ¿que ha ofrecido a cambio?.

Lo único que estamos seguros es que tarde o temprano, caiga quien caiga, la verdad se sabrá ya que es tan escurririza y corrosiva que acabará saliendo saliendo del recipiente en la que la han encarcelado.

Con estos pensamientos fuimos a Ermua el pasado día 10. Los sentimientos se nos agolpagan en el corazón, en la garganta y en la mente. Fue un tiempo de cariño, de acompañamiento sincero con la familia, de rezo reconfortador para todos los que allí estuvimos.

Fueron también momentos tristes, como el tiempo que nos acompañaba, pero allí estuvimos. El estar en Ermua con la familia de Miguel Ángel Blanco, oir el manifiesto de boca de su hermana Mari Mar, ver como, Virginia, una concejala jovencita de Ermua, le entregaba a los padres de Miguel Ángel una urna con una muestra de los miles y miles de apoyos escritos en toda España, el recorrido por Ermua camino del cementerio, los dos responsos que se tuvieron que hacer porque los que llegaban los últimos no habían podido estar en el primero, las muestras de cariño de todos con todos, y en especial con la familia, fueron una vivencias que ahora días después vemos que el espíritu que nació en Ermua entre los días 10 a 12 de julio del año 1997, por el secuestro y asesinato en la agonía de Miguel Ángel Blanco, un chaval de 29 años, no puede morir y no morirá.

Desde Estella un beso muy fuerte a todos, a los que estuvimos allí y a los que no tuvieron esa suerte.

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